La entrevista es de AGWeb, y refleja la opinión de un farmer que está descubriendo algo que los argentinos manejan desde hace muchos años: el silo bolsa. De hecho los elevadores de una punta a la otra del Corn Belt los están usando ante una cosecha récord que ha desbordado las instalaciones fijas. Pero son los productores los que descubren las chances de bajar costos y reducir movimientos. "Tratamos de mantener la mayor cantidad de grano posible en el campo; hay algún riesgo pero es lo que nos permite llevarlo hacia adelante y capturar un mejor precio", dice Grant Noland, un farmer de Illinois, sin que nadie lo acuse de nada ni le quite sus créditos o intente destruir sus bolsas.
Calcula que está cerca de saturar su capacidad de almacenamiento en silos metálicos y que el resto irá a las cada vez más populares bags. "Es fascinante poder potenciar el valor de esos bushels, maximizarlo si es posible", se entusiasma. Su única queja es por el costo de la embolsadora: entre u$s 25 mil y u$s 40 mil. "Estamos convencidos que entre el presente y el mes de febrero tendremos alguna oportunidad de mover el grano", confía Noland. Todo está debidamente secado y esta metodología pasará a formar parte de las estrategias de la empresa cada año.
Mientras tanto, con más del 90 de la soja y el maíz cosechados en Illinois, y a pesar de tener la mayor capacidad de almacenamiento en instalaciones fijas de la Unión, las pilas de granos a la intemperie no paran de crecer. Algunas son temporarias, y están cubiertas, otras de emergencia, sin protección alguna.

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