domingo, 8 de febrero de 2015

¿Cuánto durará?



* Sin olvidar que los esquemas de oferta y demanda no nos ayudan demasiado, hoy por hoy la ecuación que muestra el gráfico implica un enorme dolor de cabeza para los precios de los commodities agrícolas.  ¿Hasta cuando?

* Desde junio de 2014 el dólar se ha revalorizado significativamente frente a una cesta de monedas  internacionales, producto del repunte de la economía estadounidense, la caída en los precios del crudo y la normalización monetaria. Por desgracia, un dólar apreciado equivale a cotizaciones de maíz, soja y trigo, entre otros, que pagan los platos rotos.

* Ciertamente no todo está exactamente igual como era entonces. Sin embargo durante su última reunión la Fed no mencionó cambios en política monetaria, sin prestarle mayor atención a los problemas del entorno -caída del Dow como no se veía desde comienzos de 2014, crecimiento PBI USA último trimestre 2014 por debajo de lo esperado, índices bursátiles en baja y en camino a una mayor corrección, economía global debilitándose-. Por el contrario puntualizó que estima un mayor poder de compra por parte de los consumidores producto de la caída en el costo de la energía. Mensaje claro.

* En este contexto el mercado de futuros espera que la suba de tasas en Estados Unidos se inicie a partir del próximo junio. Ninguna locura, recién superaría el 1% hacia fines de 2016. Con los bancos centrales del planeta todavía perdiendo crédito, aún esta ínfima corrección está llevando agua para el molino del dólar.

* El verde billete se halla en su posición más fuerte desde septiembre de 2003, y los fundamentals sugieren que podría ir más arriba hasta entrar en la zona en que se lo pueda considerar sobrevalorado. Para el analista Brice Knorr ese límite podría estar en torno de un dollar index de 100.56 (95 la semana pasada). Para colmo, temas como los de Grecia y Ucrania, y el terrorismo internacional, claro, llevan a refugiarse aún más en la moneda del Tio Sam.

* Esto no puede ser eterno, claro.  El diferencial de tasas de interés respecto de muchas economías desarrolladas atrae fondos en busca de la mayor rentabilidad que ofrecen los Treasuries y revaloriza la divisa. Hasta ahí lo normal. El problema surge -puntualizan otros analistas- cuando la debilidad del resto los convierten en la única opción y el tipo de cambio se dispara hasta el punto de perjudicar a las empresas locales (repatriación de beneficios foráneos y exportaciones) y poder propiciar un crash mundial que cercene la recuperación interna. A la Fed no le quedaría entonces más remedio que emplear toda su artillería para intentar controlar ese peligroso riesgo moneda. ¿Cómo? Retrasando la subida del precio del dinero.

* Los operadores del mercado financiero coinciden en que el dólar está sostenido fundamentalmente por la posibilidad de que la Fed modifique las tasas por primera en muchos años. Lo que importa es cuándo lo llevará a cabo y en qué magnitud. Como fuere, todos ven un dólar fuerte en 2015, y aconsejan seguir de cerca lo que harán quienes administran el euro y el yen, en cuanto a política monetaria y concesión de estímulos a sus respectivas economías. Por lo pronto, el reporte de trabajo conocido recientemente ha llevado -como se indicó- a junio próximo la fecha en que la Fed decidiría tocar las tasas. Y acá está el punto clave: con baja inflación y caída del petróleo el Tesoro USA tiene tiempo para tomar medidas, y en el caso de llevarlas a cabo hacerlo con mucha calma.

* Hay indicios entonces que apuntan a pensar que la divisa estadounidense mantendría su escalada alcista durante buena parte de este año. La última palabra la tiene, en mayor o menor medida, la Administración Obama.



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