* El programa conocido como Renewable Fuel Standard (RFS) es de carácter federal y explicita el mínimo volumen de biocombustible que deben contener el gasoil y la nafta comercializados en USA. Para entender lo que pasó el viernes en los mercados del país del norte hay que remontarse a la nueva propuesta de la Agentica de Protección Ambiental (EPA) -largamente esperada- referida precisamente al uso de combustibles renovables, que desde hace años se han convertido en actores de peso a la hora de definir cotizaciones.
* Analizada en general, la propuesta de la EPA implica un target 2015 para biocombustibles de 16.300 millones de galones, que crece a 17.400 millones de galones en 2016. En detalle, el target para etanol va de 13.250 millones de galones en 2014 a 13.400 millones de galones en 2015 y 14.000 millones de galones en 2016. El del biodiesel, por su parte, pasa de 1.630 millones de galones en 2014 a 1.700 y 1.900 millones de galones en 2015 y 2016, respectivamente. Para el derivado de la soja es más de lo que se esperaba, para el derivado del maíz está claramente por debajo.
* Por eso la propuesta oficial establece ganadores y perdedores. Entre los primeros, la American Soybean Association manifestó su beneplácito con la medida aunque dejó en claro que hay potencial para mejorar estos umbrales. Como contracara, en la National Corn Growers Association están que trinan. Advierten que una vez más la EPA ha desconocido la ley y que sus números implican de acá a 2016 unos 3.750 millones de galones menos que el volumen que debía haberse indicado. Equivale a una pérdida de demanda de maíz de alrededor de 40 millones de toneladas. La Asociación está evaluando las opciones legales disponibles y se prepara para dar batalla.
* Los mercados son cambiantes. Su palabra es aquí y ahora. Pero no hay dudas de que el maíz salió mal parado de esta movida y que la soja USA disfrutará de algo de oxígeno en Chicago en un momento complicado.
* En la Argentina el Gobierno le dio un duro golpe a la industria del biocombustible. Hay que decir que el precio internacional del biodiesel se derrumbó a la par del valor del petróleo, y las exportaciones argentinas del biocombustible cayeron a mínimos históricos. En este contexto, la Administración indicó que el derecho de exportación retroactivo correspondiente a los embarques de biodiesel realizados en abril será del 13,2%. El cóctel es caída de precios y suba de retenciones. “De persistir la medida a corto plazo la industria argentina de biodiesel va camino a una crisis de proporciones nunca antes conocida, poniendo en riesgo la continuidad del Programa Nacional de Biocombustibles”, alertó el especialista Claudio Molina. Desde luego no será neutro para la cotización del poroto en nuestros mercados.
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