domingo, 30 de agosto de 2015

Soja: ¿lo peor ya pasó?

 
Sería políticamente más adecuado maquillar el escenario, pero la mayoría de los analistas USA es poco optimista respecto del futuro inmediato de la oleaginosa. Veamos.

* El dólar fue, es y será uno de los factores que definirán la suerte de los commodities en el mediano plazo. Los inversores de todo el planeta acumulan nervios detrás de cada amague de la Fed (Reserva Federal USA, algo así como nuestro Banco Central pero usado sólo para sus menesteres específicos). Ahora las chances de elevar la tasa en septiembre (la fecha que se manejaba desde un tiempo atrás) cayeron al 30% y el grueso de las fichas pasan a marzo de 2016.

* Esta realidad es negativa para la fortaleza del dólar, al punto que tuvo a mal traer a la divisa USA en la última semana. Sin embargo, Van Trump destaca que la carrera descendente del verde no ayudó a los commodities como podía esperarse. "Tenía la esperanza de que el dólar continuará su rally detrás de una fecha cierta por parte de la Fed para elevar la tasa, y luego se generaran condiciones (spread comprador para el dólar) para una relocalización del capital en el segmento de los depreciados commodites. Ahora, después del retroceso de la divisa en agosto, me temo que veremos una nueva ronda de bajas en las cotizaciones granarias. Por eso como especulador me inclino en vender con cada jornada alcista que se presente. Y como productor no tengo otra que esperar y ver, con el foco puesto en fines de 2015-primeros meses de 2016, en que podrían presentarse mejores valores para tomar".

* Mike Seery concuerda: "la soja va a seguir bajando", en tanto Bryce Knorr nos recuerda que "lo que durante dos décadas fue bueno ahora es un problema: China es el cliente del cual dependen 2/3 del negocio sojero global, por eso el problema se magnifica".  Se quiera o no la soja está conectada a la suerte del mercado accionario en China. Pero además el link es muy fuerte con el crudo, y tanto el oro negro como el poroto enfrentan excedentes de producción verdaderamente amenazantes.

* "No esperen que las turbulencias en China terminen así como así cualquiera sea la movida que acabe ejecutando el Banco Popular", avisa Knorr. El analista USA insiste en que hay una alta correlación entre el crecimiento del PBI chino y sus importaciones de soja. En el pasado, cuando el PBI declinaba también lo hacían las compras de la oleaginosa. "China es un país comunista en una transición de largo plazo hacia una economía más libre. El USDA ha decidido mantener altas las importaciones chinas de soja porque a ciencia cierta el gigante asiático ha aceptado un menor crecimiento para sacarse de encima algunas prácticas ligadas a la corrupción (es decir no lo ve como debilidad sino como el precio del cambio). Además ha hecho reformas de mercado. Para que el yuan sea aceptado como moneda de referencia su existencia debe ser gobernada por el mercado y no por Beijing (lo dejar flotar pero dentro de una banda administrada por el Gobierno chino). La devaluación de agosto va en este sentido, pero terminó desestabilizando el mercado global".

* China tiene espaldas, pero el desparramo registrado en otros mercados generó un verdadero mes de "miércoles" en términos financieros. Para Knorr "es temprano para afirmar que el contagio dará lugar a un vendaval negativo como el de 1997-1999 pero está claro que la mala onda no va a diluirse rápidamente. Recordemos que los recursos de las instituciones específicas salieron exhaustos de la última crisis en USA y Europa, eso sin mencionar que el tema Grecia aun no se superó y que Japón viene con un pobre crecimiento. Por eso por ahora a la soja sólo la puede ayudar alguna noticia negativa con el volumen de cosecha".

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