* Para el trigo éste puede ser un año distinto. Nadie piensa en precios superlativos -las existencias mundiales son todavía pesadas- sino en el final de una larga noche. Es que parece que se han sumado ingredientes para confiar en que lo peor habría pasado. Al menos por ahora.
* Después de cuatro años de cosechas récord, el trigo abunda en el planeta y los precios son -hace rato- más que decepcionantes. Pero hay signos de que la malaria no tiene mucha más vida por delante, o al menos de que los stocks se estrecharán lo suficiente como para acabar con la sangría. Es que los productores de casi todo el globo han estado perdiendo mucho dinero y muchos van a dejar de sembrarlo. Paralelamente la demanda se mantiene firme y las amenazas climáticas se multiplican.
* "Es difícil ser alcista con el trigo cuando en el mundo el cereal sobreabunda, pero no hay duda de que las posibilidades de baja aparecen mucho más limitadas ahora", arriesga un analista. A pesar de que los fondos mantienen una apuesta negativa desde hace 17 meses (vendidos desde septiembre de 2015), ya no es ningún disparate pensar en obtener ganancias con el trigo. Sería la primera vez en cinco años. Rabobank dice que es posible un shock de oferta en 2017 en USA y Europa si los farmers se pasan a cultivos más redituables. Y JP Morgan Chase pronostica una caída de stocks del 8%.
* No es difícil ver por qué llegamos a esta situación. El trigo es usado de múltiples formas en muchísimos países; en cada momento está siendo cultivado en un lugar distinto del globo. Una vez que se termine de cosecha en el hemisferio sur habremos llegado al récord de 751 M tn, con existencias finales en torno de 252 M tn. Es algo nunca visto. Por eso los precios cayeron al valor más bajo en 10 años, con las pérdidas anuales más importantes desde 1999. El trigo es uno de los grandes perdedores de 2016 y está por debajo del 50% de los valores máximos obtenidos en 2012. La cosecha 2016 de Rusia ha trepado un 19% y la Argentina estaría obteniendo la producción más importante desde 2012, a lo que se suma la fortaleza del dólar, letal para el trigo.
* Como resultado de todo esto es comprensible que muchos estén pensando en bajarse cuanto antes del cultivo de trigo. International Grains Council vaticina caídas de área en USA, Canadá, Australia, Kazajstán y otras naciones, incluida China. Precisamente USA espera la menor área de siembra en 104 años. Como están las cosas, en Kansas -el estado triguero por excelencia- los productores van camino de perder mucho dinero: los costos orillan los u$s 137/tn y el trigo se paga cash u$s 124 en promedio. Una vez más se demuestra que "los bajos precios son la solución a los bajos precios", aunque, como sucedió esta vez, el proceso ha sido largo y doloroso.
* El clima suma lo suyo. En diciembre el USDA reconoció que la condición de los cultivos en Kansas deja que desear. Y en Ucrania la capa de nieve sería insuficiente para proteger a los lotes de una baja extrema de temperatura. En el resto del Europa las dudas crecen ante la presencia de un invierno increíblemente duro. Todo esto con un consumo global creciendo más del 3%. Seguramente no dará para descorchar botellas, pero el final de los precios miserables en trigo merecerá alguna forma de festejo.
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