
* La Universidad de Purdue (USA) hizo conocer sus perspectivas en materia de precios granarios para 2016. Si bien todavía pueden pasar muchas cosas que modifiquen los cálculos previos, ciertos indicios merecen ser tenidos en cuenta.
* Arrancamos con algunas realidades no queridas. En principio, la oferta mundial de los cultivos más importantes ha excedido el consumo global y por ende los stocks crecen (para trigo y maíz serán los más altos en 14 años, y para soja en 15 años). Dos campañas de excelentes producciones en USA han contribuido a dañar los precios granarios y llevarlos a valores por debajo de los costos de producción de muchos farmers, desde luego con la "complicidad" de los otros productores de soja, maíz y trigo en el planeta, que forzaron el escenario hasta arribar a la sobreoferta descripta. En segundo término la tasa de crecimiento de los biocombustibles se ha vuelto más amarreta. Tercero, el evolución del PBI de China no es lo que era. Por último, ya no tenemos un dólar débil que potencie los precios de los commodities. "Seguiremos dentro de un período de valores granarios más que moderados e ingresos modestos, en que el farmer tendrá que ajustarse el cinturón y meter mano en los costos", definen estos profesionales.
* En este contexto Purdue imagina un mercado más sólido para maíz después de que las inundaciones de comienzos de campaña 2015/16 afectaran los rindes en Indiana. Se espera que los precios del maíz crezcan este invierno y primavera USA como mínimo hasta cubrir los costos de almacenamiento del farmer, que podría seguir reteniendo. El basis en el este del Corn Belt se mostrará fuerte, especialmente en el estado mencionado. Purdue estima precios cash dentro del segmento u$s 149-157 en los próximos meses en las plantas elaboradoras de etanol, y no descarta un máximo de u$s 170 en el verano USA.
* Para soja las proyecciones de la alta casa de estudios indican precios estables o ligeramente bajistas (no aguantan los costos de almacenamiento hacia adelante) en caso de que Sudamérica concrete una muy buena cosecha y los farmers incrementen el área dedicada a la oleaginosa. Los valores cash irían al segmento u$s 325-340 este invierno para luego declinar en la primavera y verano siguientes. La idea es que la gran oferta interna y externa mantendrá los precios de la oleaginosa deprimidos dentro de los niveles de 2015.
* Entre 2010 y 2013 los márgenes de contribución (dinero disponible tras restar costos variables para pagar gastos fijos y generar ganancias; algo así como nuestro margen bruto) del maíz USA fueron más atractivos que los de soja e incentivaron la siembra del cereal. En 2014 y 2015 el escenario se invirtió y los indicadores actuales favorecen en 2016 nuevamente a la oleaginosa. Se espera que la reducción en el área de maíz implique un crecimiento del precio del cereal de alrededor de u$s 8.
* Es cierto, con una mirada de largo plazo es necesario introducir en el cálculo cuestiones como costos propios de la maquinaria, la labor familiar y el alquiler de la tierra (costo de oportunidad). Ésta es la cuenta que seguirá dando negativo en 2016.
* Todo lo expuesto estará sometido al nivel de fortaleza del dólar: obviamente cuanto mayor sea éste más se deprimirán los precios ya que los clientes USA pierden capacidad de compra (la moneda china, 4%, la japonesa, 12%, la coreana. 15%) en tanto los competidores ganan capacidad de pelea en el mercado global (Brasil y la Argentina, sobre todo). Aquí la pregunta tiene que ver con la Fed...¿Cuántas veces volverá a elevar la tasa? El otro gran árbitro será el clima en Sudamérica. Cuanto más benigno sea más afectará el precio de la soja, especialmente.
* Purdue considera que este período deprimido para los precios durará un par de años (estiman hasta 2018). La consigna es aprovechar los rallies para vender y ajustar costos. No hay mucho más.
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