domingo, 18 de noviembre de 2018

Ya nada volverá a ser igual



Todo indica que el mercado de la soja ha cambiado, es otro después de la guerra comercial en curso, y quedarán marcas de largo aliento. Para el analista Bryce Knorr, lo que viene no es sencillo para el farmer estadounidense, aun con un acuerdo relativamente encaminado entre Trump y Xi Jinping tras el encuentro en Buenos Aires. Dejar de lado las tarifas de castigo para la soja USA en su ingreso al gigante asiático no implica que el negocio se recuperará rápidamente para EE.UU. Veamos:

* En principio es un caso distinto de otras guerras comerciales como las que ha emprendido Trump: China no es vecina o aliada como si lo son Canadá, México o Corea del Sur. El gigante asiático es más que un rival económico para EE.UU. La guerra comercial es sólo la punta del iceberg; hay además cuestiones militares y de ambiciones políticas globales que son mucho más fuertes que aquella. Incluso es muy probable que las demandas estratégicas de Trump estén mucho más allá de lo que China está dispuesta a ceder.

* Imaginemos que la pelea comercial resulta aliviada en algunos aspectos. Knorr destaca que para cuando las tarifas chinas de castigo hayan sido desactivadas Brasil estará llegando al mercado con otra cosecha de formidable magnitud. Casi la mitad de la temporada de potenciales grandes ventas de EE.UU. se habrá perdido, limitando las chances de un gran rebote en los negocios, cuyos precios además seguirán condicionados por los voluminosos excedentes globales y en el propio EE.UU., así como el menor crecimiento de la economía china. Es una advertencia también para los que creen que la solución a todos los males pasará por la caída de área para la soja USA en 2019/20. 
  
* Aquellos farmers que tomaron los valores de la primera parte del año (u$s 380) para una alta proporción de su producción sortearán por ahora un escenario poco amigable. Sin complejidades climáticas para Sudamérica o un surgimiento de la demanda en China -ambos poco probables por ahora- los productores estadounidenses que tienen un elevado volumen de soja sin poner precio la tendrán muy difícil el año que viene. Para los del resto del planeta el escenario será menos crítico, pero no habría razones para tirar manteca al techo. 

* Es que Trump quiere que la soja USA figure en el acuerdo que harían con China, pero después de los cambios que hizo el gigante asiático en las raciones de cerdos y pollos con una buena cosecha en Sudamérica le alcanzará para reunir el volumen de poroto que necesita. Entre la Argentina y Brasil perfectamente pueden venderle 89 M tn. No va a ser fácil arreglar este desaguisado sin dejar heridos de distinta gravedad en el camino.. 

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