¿Cosa juzgada?
Dos problemas desvelan al poroto estadounidense y van abrochando una campaña negativa. Por un lado, para la soja brasileña no aparecen nuevos recortes a la producción, por el otro, ha pasado el momento óptimo de capturar un efecto positivo de las negociaciones con China. Para colmo atravesamos un período gobernado por la ausencia de datos oficiales en el mercado de Estados Unidos e intensos rumores que en un momento se dan por válidos y que poco después se desmienten. El escenario lo analizó Elaine Kub en la Televisión Pública de Iowa. Aquí sus principales conceptos:
* "En un momento en que llegan datos que dan cuenta de un retroceso de la economía china, los temores sobre el crecimiento del producto bruto estadounidense y su posible desaceleración generan inquietud en el mercado. El cierre del gobierno federal, en la medida en que se prolonga, no es nada bueno para la economía estadounidense. Sin dudas tendrá efecto sobre la pequeña y mediana actividad; los más grandes tienen otras opciones, incluso sus propias estructuras de análisis y estadística. Saben cuanto grano hay almacenado, cuanto han comprado al productor y están exportando. Es información que desde luego no se comparte con el gran público, que depende del Estado para ponerse en un pie de igualdad. Y va a complicar en el futuro, cuando queramos comparar datos de 2020 con aquellos de 2019 que nunca existieron".
"Así, nos faltan datos para saber quien compra cuando se dan mejoras de precios como pasó con la soja en las últimas dos ruedas. Lo que si es seguro es que un movimiento de este tipo está sustentado más en rumores que en cambios en los fundamentos. En cuanto al clima en Sudamérica, llegan lluvias a Brasil si bien todavía parece claro que hay mucha soja llenando granos en condiciones deficientes de humedad. Salvo que este escenario se agrave notablemente no creo que estemos ante volúmenes de oferta que puedan cambiar mucho el balance global de la oleaginosa. En EE.UU. es habitual que los precios del poroto tiendan a subir a partir de abril y hasta mediados de año; hemos pasado meses esperando una buena noticia (no rumor) sobre abultadas compras de China que llegan para cambiar el rumbo de la campaña, y esa esperanza parece haberse agotado. Esta primavera la soja puede subir 8-10 dólares, no mucho más, y se aplacará el apetito por la compra de calls. De todas maneras todo dependerá de la evolución de la guerra comercial con China".
* "Febrero será crítico para maíz, porque es el mes en que tomamos las decisiones de siembra y los seguros para el cultivo en función de los precios. Por ahora la relación con la soja lo favorece y acá está el gran riesgo para el cereal: una mayor superficie implantada en 2019/20. El farmer incluso aceptará hacer maíz sobre maíz en más de un caso si la situación de la soja no mejora. Visualizo un escenario bajista para el maíz nuevo; hasta entonces el cereal seguirá lateralizando a menos que algo ocurra con la oferta en Sudamérica, más concretamente con la segunda siembra en Brasil".
* "Y hablando de rumores resulta incomprobable el comentario de que China haya comprado trigo USA, aunque quizás forme parte de negociaciones cuyos detalles desconocemos. Mientras tanto el trigo de invierno USA pasa una instancia probatoria en las Planicies del Sur con las bajas temperaturas que se esperan para el fin de semana. Va a superarlas sin graves problemas; la capa de nieve es suficiente para protegerlo".
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