Una pequeña ayuda
* Se sabe, la hoja de balance de la soja no juega a favor de los precios. Hasta acá, y salvo inconvenientes climático severos en Sudamérica, la demanda se mueve cómoda y las cotizaciones están más para pelear un piso que para buscar nuevos máximos. En este escenario habrá momentos de efímera felicidad generados por hechos circunstanciales, que quien pueda aprovechará para vender. Todo indica que estamos a las puertas de uno de ellos.
* Hasta acá las exportaciones de soja USA andan lejos de las del año pasado, alrededor de un 20% menos para la misma época (los ingresos de los sojeros del planeta lo sufren). Por eso en el país del norte no puede menos que recibirse con beneplácito la idea de que la congestión en los puertos brasileños está empeorando. En Paranaguá, que embarca el 20% de la soja brasileña, el tiempo de espera llega hasta los 43 días. No es un caso aislado. En cualquiera de los diez puertos granarios brasileños las colas son enormes; los barcos han demorado para cargar en octubre de 2015 el doble que en el mismo mes de 2014.
* El shock del real débil, la soja y el maíz competitivos y el auge exportador chocan con el combo que conforman un mayor volumen de granos arribando a zona portuaria-más barcos llegando-más lluvias en las zonas costeras. Esta última combinación es la que determina que la eficiencia en los puertos se torne cada vez peor.
* Es cierto, el maíz brasileño tiene un precio que atrae compradores de todas partes. Y al exportador de soja del vecino siempre le toca perder cuando llega a puerto en esta época, aunque esta vez es peor: es probable que hasta febrero (momento en que se le da prioridad a la oleaginosa) el maíz todavía esté allí maíz esperando ser cargado. En USA especulan con que si China necesita soja es probable que decida enviar más barcos al país de las barras y las estrellas antes que comerse colas interminables en Brasil.
* Las lluvias han sido el broche de oro para las complicaciones en los puertos del socio del Mercosur. Obligan a parar porque no hay cobertura para la carga. Durante los dos últimos meses ha llovido sin descanso sobre los puntos vitales en la salida de soja y maíz al exterior. Y viene El Niño para completar el combo. Se estima que las esperas en Paranaguá irán al menos a 50 días durante noviembre. Es cierto, no serán los 100 días de fines de 2013, pero el retraso es de todos modos irritante.
* El maíz brasileño parece estar todavía a cubierto; aun con la demora de 50 días pesando sobre el descuento de u$s 22 respecto del maíz USA, las ventajas de flete hacia Asia, más las notables ganancias de toda la cadena tras la devaluación del real le dan soporte como uno de los abastecedores preferidos en este momento. Además el maíz cuenta con una creciente cantidad de puertos por los que puede embarcarse. De hecho desde julio pasado los embarques del cereal se han incremento un 50% respecto del mismo período del año pasado.
* Con la soja es distinto. El gap entre los precios de Nueva Orleans y Paranaguá para envió a Dalian (China) se viene estrechando. El actual descuento del segundo respecto del primero (u$s 7) tolera un máximo de demora de 70 días. Esta cuenta tiene una sensibilidad extrema, ya que si la brecha se reduce por debajo de u$s 7 la tolerancia a la demora cae significativamente. Y es lo que va a pasar con la soja porque al menos por dos meses la prioridad la tiene el maíz (lo dicho, avanzado enero la soja probablemente encontrará que todavía está el maíz esperando ser cargado, dado el notable crecimiento de las exportaciones brasileñas del cereal).
* La soja brasileña sigue siendo la más accesible para China, pero en el gigante asiático saben que por un tiempo no pueden pretender embarques masivos. Es de lo que esperan sacar provecho los exportadores estadounidenses; un factor que puede generar pequeñas mejoras en los precios de todo el planeta, sobre todo si se confirma el pulso seco para las próximas semanas en Mato Grosso. Y además hay chances de una huelga de camioneros si no se satisfacen los pedidos del gremio. Paralelamente, China tiene los stocks de soja en puerto más bajos desde julio pasado. Todo junto puede ayudar a las cotizaciones. Algo es algo.
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