Trump, soja y las fantasías sudamericanas
* Para los analistas USA la soja está en una encrucijada. Con un ojo miran las alarmantes maniobras de la Administración Trump respecto de México y China, dos clientes fundamentales para el negocio de la oleaginosa. Con el otro siguen de cerca la evolución del clima en Sudamérica. Y si tuvieran un tercer ojo lo destinarían a no perder de vista las perspectivas de siembra en USA.
* Societe Generale analizó cual sería el escenario en caso de una guerra comercial entre USA y China. Concluyó que los precios de la soja en el país del norte caerían abruptamente si la escalada alcanza ribetes insospechados. El asunto es sencillo: las cotizaciones de la oleaginosa en Chicago dependen sobremanera de las exportaciones; cualquier cosa que afecte a estas últimas implica retrocesos en las pizarras.
* Como contraparte, los precios de la soja en China, que subieron 30% desde que Trump fue electo presidente, pueden seguir en la senda ascendente. Y también debería subir en América del Sur si la guerra comercial avanzase, toda vez que el gigante asiático va a presionar para aumentar las compras en esta parte del mundo. "En ese caso la soja en la Argentina y Brasil se va a negociar con un premio respecto de Chicago", advierte el analista Rajesh Singla, de Societe Generale. "Es más, si China aplica una tasa de importación a la soja estadounidense la brecha de rentabilidad de la oleaginosa sobre el maíz crecerá aun más en Latinoamérica".
* De todos modos Singla llama a no imaginar fantasías. "Como fuere la tasa de importación de soja USA determinada por China -en caso de que esto suceda- no podría ser abusiva, ya que todavía es muy alta la dependencia del gigante asiático del poroto estadounidense; ni aun queriendo puede eliminarlo de un plumazo".
* Las consecuencias de la expansión del área sojera en 2017/18 es otro de los temas bajo debate. Para el Commerzbank, el agregado de casi 3 M ha, aun con rindes de tendencia, volverá a determinar un nuevo año con gran oferta de soja estadounidense, sobre todo si se considera que arrancaremos con existencias superiores a las de la campaña 2016/17. "Los precios deberían sufrirlo en alguna medida", advierten los técnicos. Los especialistas de Allendale van más allá. "El rally de la soja vive sus últimas horas, nuestro consejo es vender la soja vieja y anotar todo lo que pueda de la 2017/18, ¡ahora!". La contracara de estas visiones es la opinión de los profesionales del Rabobank. "La soja se mantendrá firme en 2017 a pesar del volumen de producción que se lanzará al mercado y de cierta desaceleración de la economía china; la demanda global de la oleaginosa va a expandirse 2%".
* Más allá de quien monopolice la razón en este debate, está claro que será otro año conducido por la demanda, cuya presencia será más vital que nunca. De ahí el error del nuevo presidente USA: cuando hay tanto para vender menos que menos se puede desafiar a los clientes. ¿O será que Trump tiene que elegir entre el obrero industrial y el farmer y ya ha tomado una decisión?
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